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domingo, 24 de abril de 2011

Sexo explícito

He notado que para ciertos temas, hay una lista predeterminada de preguntas permitidas. Una suerte de consenso sobre qué aspecto mirar de determinada situación, que nos condiciona al punto de anular la posibilidad de OTRAS miradas... de mirar OTROS aspectos... Y muchas veces, hasta condiciona nuestra propia experiencia, pues como la realidad es inabarcable, vamos hacia ella por donde nos han enseñado a mirar.

El sexo no es la excepción.

  • ¿Te preguntan por el tamaño? ¿Que si grande ó pequeña, larga ó ancha?
Casi nadie te pregunta por la solidez... ¿dura ó blanda?

  • ¿Que es un problema que sea precoz?
Casi nadie pregunta si no será un problema que dure hora y media todas las veces.

  • ¿Sos mujer, y te han preguntado si alguna vez simulaste un orgasmo?
Casi nadie le hace esa pregunta a los hombres... ¡y ellos también pueden! mirá.

  • ¿Sos hombre y en una reunión has visto cómo las mujeres bromean sobre el tamaño y/o forma de los hombres?
Pues yo no he visto que los hombres bromeen con los tamaños, formas, colores y olores de las mujeres. 
¡Muchachos, ahí tienen material de sobra para vengarse!

  • ¿A algunos hombres los deserotiza que la mujer le ponga un nombre infantil a sus partes? Sean nombres propios ó simplemente "pito", "pene", "pipí", "pitulín"?
A muchas mujeres las deserotiza que la llamen "cajeta", "argolla", "almeja" y otros tantos...

  • Un tema de casi consenso universal es que no está bueno hacerlo con preservativo.
Pero casi nadie aprecia el placer que da, con la tranquilidad de estar cuidándose, poder acabar adentro.

  • ¿Sos hombre y te preocupa tu tamaño?
Pues las mujeres vamos tranquilas sólo porque no nos han enseñado a compararnos. ¡Relajate!



Me interesó ésto de las "OTRAS preguntas", y ahora voy por más. 
Teniendo en cuanta que sólo aparecen si dejamos las teorías preconcebidas y vamos  directo a la experiencia sin pre-conceptos, sin prejuicios, sin acordarnos lo que se debe mirar ahí... ¡A practicar se ha dicho!

Todo sea por la indagación cienífica...

miércoles, 13 de abril de 2011

la regresiva en CERO

Casi por casualidad recordé este tema de mi blog y me pregunté ¿por qué día irá esta cuenta regresiva de los 258 días en que me propuse iniciar la Tesis?

Me volví loca pero googleando encontré un modo de hacer la cuenta. Me entretengo descifrándolo y... ¡no puede ser! ¡hoy es justo justo el día CERO!

En fin. Nada que agregar sobre este fracaso de forzarme a partir de una meta que ni yo me creía... no encontré motivación para hacerla, y lo único que me queda es asumirlo con dignidad:

He hecho toda la carrera, pero jamás me recibiré.

No es una expresión de deseo, claro. Pero siempre me costó eludir la realidad... y no puedo engañarme más. Si no tengo conducta ni disciplina, ¿cómo se supone que un día milagrosamente este la Tesis terminada?

Pero no es todo... tengo una fatídica confesión pendiente, y es que he mentido. No sólo debo la tesis, sino también una materia. Se vé que para abandonar las cosas justito antes de que terminen, soy infalible: abandono antes de rendir la última materia, y antes de rendir el final de la carrera. Pero prefiero abandonar, que vivir en un autoengaño.


 Si. Me rindo.
Y me la banco.