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sábado, 18 de septiembre de 2010

¿Cuerpo Ó Intelecto?

La linda hueca; el inteligente feo.
El latino cálido y primitivo; el ario frío y evolucionado.


No sólo el estereotipo es tan fuerte que cuando encontramos alguna persona que encaja pareciera confirmar todo el prejuicio de un plumazo, sino que mantiene cierta lógica en varios aspectos.


Que en Nápoles son más expersivos, ruidosos, dicharacheros --> vagos y burros.
Que en Milán son más fríos, inexpresivos, poco cariñosos --> trabajadores e inteligentes.

El título que elegí no es una pregunta en sí, sino que se cuestiona si la "Ó", disyuntiva ó conjuntiva, es pertinente. Si son separables cuerpo de intelecto. Y, en el más tosco de los casos, si el desarrollo de "la mente" vendría a ser más deseable que el desarrollo de los-bajos-instintos.

Porque, además de la separación, todo lo que tiene que ver con el cuerpo y lo primitivo carga con un halo de "bajeza", "peor", "menos", "inferior". Y por supuesto, a la inversa: lo que tiene que ver con la mente y su supuesta evolución sería altruista, mejor, más, superior.

Tan arcaicos son algunos pensamientos de este estilo que se han hecho cuerpo. Se da por sentado, como si fueran verdades, ecuaciones ridículas:

mente > cuerpo
ciencia > creencia
razón > emoción
hechos > ideas
sentido común > idea nueva
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La doble limitación de esta estructura (separar las dimensiones + colocarlas en clara jerarquía) no hacen otra cosa que detonarnos, en algunos de nosotros, la pregunta de hasta dónde se cuestionarán tantas cosas de la historia sin cuestionar ésta. Hasta dónde el positivismo, el iluminismo, el darwinismo ó como sea que se llame perdurarán en el "cuerpo mental" de las civilizaciones venideras casi en el plano del inconsciente, tatuados en los ADN de la civilidad.

Nadie cuestiona que por ejemplo tener trabajo es una de las necesidades básicas para subsistir en el mundo de hoy sin delinquir, pero no por eso olvidamos la estructura de naturaleza explotadora del trabajo formal (eso espero). Y me resulta incomprensible que, si bien una mente brillante inventó un antibiótico, se haya olvidado la naturaleza ridícula de esa distinción del cuerpo-malo, intelecto-bueno.

Ahora, como decía arriba, conocemos algunos casos particulares donde se da que quien prioriza el cuerpo (su estética y/o sus instintos) descuida el intelecto, y también los casos inversos. ¿Será por un tema de administración del tiempo? ¿Será una decisión? También está esa lucha interna, cuando ante algunas situaciones mente y cuerpo se pelean, y gana ó lo racional ó lo emocional... pero no ambos.

De todos modos eso no me desvela, aun sabiendo que para muestra no bastan ni mil botones. Lo que sí lo hace es que unos carguen con el desprecio, y los otros con la admiración. Y muchas veces, ésta valoración es consensuada por ambos grupos. Me desvela porque, como podrán preveer, aun si me esforzara por jerarquizar en este tema (cosa que de todos modos me resulta imposible) seguramente lo haría a la inversa.
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En fin...
Por suerte yo soy muy hermosa, muy sensible, y muy inteligente... que sinó...

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